El último turno de jóvenes Colindreses, de edades entre 12-14 años, recogía el campamento junto a padres, monitores y amigos de esta estancia estival.
Algunas lágrimas entre los padres e hijos, así como con los que durante siete días han velado por su estancia.
Magnífico campamento donde las principales premisas son la colaboración, amistad y la ayuda entre todos. Con pocos medios pero con mucha ilusión se pueden hacer actividades cómo ésta, donde al final deben de emerger los buenos instintos humanos que llevamos dentro y que hacen olvidar por un lado a la sociedad tan voraz en la que vivimos.
Enhorabuena a los más de setenta jóvenes, monitores, padres, colaboradores, D. Benito, etc, que habéis hecho realidad un campamento tan bonito.
¡ Hasta el año que viene!