"La organización dice en su publicidad ,una carrera como no hay otra, y en realidad es así, la diferencia no es otra que la gente , la que participa y la que anima.
Nunca había corrido en otra en la que el sentimiento festivo estuviese tan acentuado en los corredores, se contagia y en realidad terminas corriendo o al menos yo lo hice olvidándome en muchos momentos del reloj y del km en el que lo hacía,me autoimpuse las tres horas y tras pasar la media en 1.26, me deje ir para terminar en 2.55.
Por otro lado está la gente en la calle, in-cre-i-ble, en todos los sitios, en todo momento te gritan,te animan, te dan cosas, pañuelos, frutas, gel, es algo como la propia ciudad de N.Y, desbordante, si hay algo que debes hacer es frenar tu propia euforia, es algo digno de ser vivido, máxime si eres corredor.
Por otro lado está la gente en la calle, in-cre-i-ble, en todos los sitios, en todo momento te gritan,te animan, te dan cosas, pañuelos, frutas, gel, es algo como la propia ciudad de N.Y, desbordante, si hay algo que debes hacer es frenar tu propia euforia, es algo digno de ser vivido, máxime si eres corredor.
En realidad creo que si no hubiese ido me hubiese perdido la mitad de lo que significa ser maratoniano popular. "
(Foto: retirando del dorsal en el Jacob Jabis Center. Texto: Roberto Granado)
(Foto: retirando del dorsal en el Jacob Jabis Center. Texto: Roberto Granado)